Terminar el pasado
En el contexto de las relaciones, tener limpieza en el alma significa terminar en nuestro interior la influencia de las situaciones y actitudes del pasado conectadas con los demás y de esta manera, obtener el máximo beneficio del presente.
Cuando interactuamos con los demás, la base fácil para el éxito en cualquier tarea es mantener un intelecto limpio, una actitud limpia y acciones limpias. Esto implica renovar la visión que tenemos de los otros y revisar que no mantengamos internamente ninguna actitud influenciada por las situaciones del pasado que hemos vivido con esas personas.
Al involucrarnos en alguna tarea con alguien, si las acciones o errores que esa persona ha cometido en el pasado están presentes en nuestra conciencia, se colorea nuestra percepción y se generan en nuestro interior una visión y actitud basadas en el prejuicio. A la vez, eso condicionará nuestras palabras y acciones. Todo ello nos aparta del éxito, es decir, de un resultado constructivo y efectivo en nuestra interacción.
Un sencillo método para renovar nuestra visión de los demás, es traer a nuestra mente e intelecto la conciencia de que cada persona es un ser espiritual, y que los errores que hayan podido cometer en el pasado se han producido bajo la influencia de debilidades y limitaciones del alma, pero que esa no es su verdadera naturaleza. Con una visión más elevada de los demás y con generosidad de espíritu creamos una actitud y visión limpias y eso permite que se cree la posibilidad de un cambio positivo en ellos. Nuestra percepción y visión definitivamente influyen en la respuesta que recibimos de los demás.
Por tanto, la base para el éxito en la interacción con otras almas es terminar las situaciones y actitudes del pasado y convertirnos en un alma limpia que mantiene una visión elevada hacia todos.
En el contexto de las relaciones, tener limpieza en el alma significa terminar en nuestro interior la influencia de las situaciones y actitudes del pasado conectadas con los demás y de esta manera, obtener el máximo beneficio del presente.
Cuando interactuamos con los demás, la base fácil para el éxito en cualquier tarea es mantener un intelecto limpio, una actitud limpia y acciones limpias. Esto implica renovar la visión que tenemos de los otros y revisar que no mantengamos internamente ninguna actitud influenciada por las situaciones del pasado que hemos vivido con esas personas.
Al involucrarnos en alguna tarea con alguien, si las acciones o errores que esa persona ha cometido en el pasado están presentes en nuestra conciencia, se colorea nuestra percepción y se generan en nuestro interior una visión y actitud basadas en el prejuicio. A la vez, eso condicionará nuestras palabras y acciones. Todo ello nos aparta del éxito, es decir, de un resultado constructivo y efectivo en nuestra interacción.
Un sencillo método para renovar nuestra visión de los demás, es traer a nuestra mente e intelecto la conciencia de que cada persona es un ser espiritual, y que los errores que hayan podido cometer en el pasado se han producido bajo la influencia de debilidades y limitaciones del alma, pero que esa no es su verdadera naturaleza. Con una visión más elevada de los demás y con generosidad de espíritu creamos una actitud y visión limpias y eso permite que se cree la posibilidad de un cambio positivo en ellos. Nuestra percepción y visión definitivamente influyen en la respuesta que recibimos de los demás.
Por tanto, la base para el éxito en la interacción con otras almas es terminar las situaciones y actitudes del pasado y convertirnos en un alma limpia que mantiene una visión elevada hacia todos.
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