domingo, 30 de octubre de 2011

Intenciones

Intenciones
Un cambio personal positivo se inicia en nuestra conciencia. Responsabilizarse personalmente de los pensamientos, palabras y acciones es tomar el control del volante y poner el proceso de cambios en movimiento. De esta manera conduciremos nuestros pensamientos hacia la dirección precisa y valiosa; frenaremos las palabras hirientes antes de emitirlas; sabremos cuándo “hacernos a un lado” para evitar “chocar” con otro; y mantendremos el motor en funcionamiento de forma consistente para que la batería se mantenga cargada mediante acciones puras, realizadas sin esperar nada a cambio. Cuando prestamos atención a las motivaciones y a las intenciones, el motor funciona sin problemas y recorremos un mayor kilometraje en términos de progreso y resultados.

Es necesario hacer un examen rutinario. Las diferencias entre las intenciones positivas y las negativas son sutiles y a veces difíciles de detectar. La costumbre de ver y hablar sobre los defectos de los demás, por ejemplo, a veces es consciente y a veces no lo es. De hecho, el hábito puede estar tan arraigado que ni siquiera advirtamos que estamos teniendo pensamientos inútiles sobre las debilidades de otros. A menudo, tales pensamientos son las semillas de los chismes. Estos tienen un efecto directo o indirecto no sólo en la persona de la cual se habla, sino también en los chismosos. Aunque esta conducta se pueda defender como inocente, las huellas dejadas por las intenciones negativas se vuelven más profundas y deterioran el ambiente.


Otras formas de intenciones negativas incluyen el demostrar que uno tiene razón reprimiendo a los demás; manipularlos, aunque sea sutilmente; esperar el respeto de los demás sin respetar o depender de otros debido a la propia imperfección o inseguridad interna.


Aun cuando algunas de estas motivaciones pueden ser claramente evidentes para uno y para los demás, otras intenciones pueden estar ocultas incluso para uno mismo y requieren de un examen profundo para detectarlas, entenderlas y cambiarlas.


Las intenciones positivas, por otro lado, se pueden reconocer cuando, de forma natural y espontánea, respetamos y beneficiamos a los demás; apreciamos la singularidad y las cualidades de todos y les damos la libertad de ser ellos mismos. Incluso cuando debamos decir palabras que puedan percibirse como una medicina amarga, como opinar sobre una conducta inapropiada o sobre algo que pueda afectar la vida de alguien, las palabras se pronuncian directa y honestamente, con humildad y con consideración hacia la sensibilidad del otro.

Cuando se trata con dignidad y respeto al receptor de la opinión, se le escucha con empatía y se le implica en las decisiones sobre los cambios, el diálogo se puede experimentar como algo positivo, que abre las puertas a la oportunidad y da a esa persona la experiencia del logro. Las intenciones positivas fortalecen al instrumento o al emisor de esta información para que permanezca “limpio” y “directo”, incluso cuando da un mensaje delicado.

sábado, 29 de octubre de 2011

Determinación y éxito

La transformación del ser implica pasar de una consciencia limitada, atrapada en el nombre y la forma, influenciada por las circunstancias y las opiniones de los demás, a una consciencia espiritual, elevada, amplia e ilimitada, una consciencia que se nutre del conocimiento espiritual y la conexión sutil con Dios, el Alma Suprema.
En el camino de la transformación interior suele suceder que creamos planes, pensamientos poderosos acerca de la atención en particular que necesitamos para alcanzar esta meta. Por ejemplo, un objetivo puede ser levantarse temprano por la mañana para experimentar el silencio y la consciencia del alma en unión con la fuente suprema, una práctica muy esencial para nuestro progreso espiritual.

Sin embargo, con frecuencia, los planes que creamos para nosotros mismos fluctúan o se ven afectados por la entropía, no se aplican con constancia o bien empiezan con firmeza y poco a poco van perdiendo fuerza, hasta que se diluyen por completo, incluso comprendiendo el gran beneficio que supone para el alma el implementarlos.

La palabra clave para conseguir el éxito en nuestros propósitos y objetivos es la determinación. De la misma manera que, en el terreno de las acciones mundanas, cuando consideramos que algo es muy importante o esencial, hacemos todos los esfuerzos necesarios para cumplir con ese objetivo o necesidad, a nivel espiritual se requiere la misma determinación. La intensidad de la determinación siempre depende de los logros prácticos y el beneficio que obtengamos.

Un ejercicio práctico para experimentar con el poder de la determinación es éste: Despertarse temprano por la mañana y diseñar un plan personal para el propio progreso durante el día que empieza. A lo largo del día, mantener ese plan en el intelecto, definiendo en el horario diario en qué momentos vamos a aplicarlo especialmente. Por ejemplo, podemos definir los momentos en que vamos a hacer pausas para experimentar la meditación, o las virtudes especiales que queremos practicar en el ámbito de las relaciones.

Por último, por la noche, revisar hasta qué porcentaje hemos tenido éxito en poner el plan en la práctica. Si no fue posible alcanzar el nivel de éxito deseado, revisar cuáles fueron las causas. Y si hubo éxito, identificar claramente el método especial que nos permitió experimentar progreso. En base a la propia experiencia, podremos después compartir ese método con los demás, facilitando así su progreso espiritual.

jueves, 27 de octubre de 2011

Prepararse para el silencio

Un verdadero regalo para una vida ocupada es experimentar un largo período de silencio, un tiempo en el que intencionalmente dirigir nuestra atención lejos de las prisas de las conversaciones y los compromisos, las imágenes y mensajes, y las listas y las obligaciones, y en el silencio conectar con nuestro espacio interior.
En la experiencia de algunos, el silencio ha sido una imposición o castigo, por ejemplo, un padre advirtiendo a su hijo: "Cierra la boca y vete a tu habitación." El silencio en el que estamos entrando aquí es una elección libre. Este silencio es una oportunidad para descubrir cosas nuevas y diferentes.

El silencio no es una falta de comunicación. Hay un lenguaje sutil que nos conecta con los demás a través de la mirada, con una sonrisa o un gesto. La fluidez en este idioma sutil llama a nuestra capacidad de observar los pequeños detalles de la vida. A medida que desarrollamos este lenguaje sutil, descubrimos que somos menos dependientes de los dispositivos tecnológicos que nos puede conectar, pero que también pueden hacer que nos sintamos más separados.

En el silencio podemos conectar con la calidad más elevada de pensamiento. La acción surge de la semilla del pensamiento. Las acciones son el fruto de estas semillas. ¿Cuál es el suelo que elijo para plantar las semillas de mis pensamientos? ¿La violencia o la paz? ¿La ira o el amor? Estas son opciones de transformación.

El estado de conciencia que alcanzamos en silencio está directamente conectado con la calidad de nuestra comprensión. Entendimiento "en el sonido" es un proceso cognitivo, mientras que la comprensión "en el silencio" es más sutil, dando lugar a una claridad que surge desde el interior. Ambas experiencias son muy diferentes.

En el silencio,  podemos descubrir nuestras cualidades innatas, las cualidades que son inherentes a lo que somos. Entramos en contacto con nuestra eternidad y nos abrimos a confiar en nuestra esencia más profunda.

En el silencio, conectamos con nuestra fuerza interior y experimentamos confianza, fe, seguridad, belleza y dignidad. Es a partir de la base de esta fortaleza interior que mis acciones pueden evolucionar.

En el silencio podemos escuchar la llamada de Dios, la llamada de la naturaleza, la llamada de los que están necesitados.

El silencio es una oportunidad para descansar en el regazo de mi propia grandeza. El silencio es una disciplina, no de hacer, sino de ser.
Podemos utilizar alguno de estos pensamientos como base para incrementar de manera práctica nuestra experiencia del silencio.

Conferencia: Convivencia interior armoniosa

09/11/2011 (19:30 - 20:30)
Conferencia: Convivencia interior armoniosa
 
Conferencia a cargo de Lidia Miranda.
Sant Antoni M. Claret 45-47 (esquina Nàpols)
Barcelona
http://www.bkwsu.org/spain

Meditación Creativa

28/10/2011 (07:45 - 08:45)
Meditación Creativa
Viaje hacia el silencio y la plenitud
Experiencias prácticas de meditación
Entrada libre
C/Diputació 329, pral.
Barcelona

miércoles, 26 de octubre de 2011

La llave del entusiasmo (I)

El entusiasmo es la llave maestra para sentirse en plenitud. Funciona como un doble impulso de energía. Mantiene al ser completamente positivo y más allá de la influencia de la negatividad a la vez que hace que los demás se sientan también alentados. Es como si el entusiasmo abre una ventana, “desenganchando” a las otras personas de un estado mental estrecho, melancólico o desalentado. El entusiasmo nos da fe en la realidad de otras posibilidades.

La palabra entusiasmo se deriva del término griego “enthusiasmos”, que significa “estar en Dios, o estar en lo divino”. Cuando estamos espiritualmente vivos, entonces vemos, pensamos, sentimos y actuamos de formas nuevas y creativas cuando afrontamos una situación “bloqueante”.

De esta manera, una persona con entusiasmo nunca ve un problema como “problema” o un obstáculo como “obstáculo”. Se eleva por encima de las influencias del miedo, la duda o el pesimismo. En lugar de ello, imagina soluciones, crea puentes y en vez de luchar con un obstáculo, lo disuelve. El entusiasmo es una terapia que rompe la fuerza de la gravedad y cambia la actitud de “enganche mental” que parece atrapar a las personas en ciertas perspectivas o actitudes, no importa cuán dañinas puedan ser.
Para desarrollar entusiasmo, ten fe en la bondad de la vida y en la bondad original del ser y de los demás. Ten la fe de que no importa lo que suceda, no importa cuán incomprensible o negativo pueda parecer algo, detrás de la cortina oscura yace una lección escondida o un beneficio oculto.


martes, 25 de octubre de 2011

Equilibrio

La mejor señal de equilibrio en una vida es un sentimiento de bienestar, optimismo y una clara conciencia. La base para lograrlo es cuidar la propia espiritualidad, conservar en todo momento un espíritu apacible, afable y reflexivo. De ese modo sabré intuitivamente como satisfacer las diversas responsabilidades. Sólo puedo dar a los demás lo mejor de mí mismo cuando estoy en plena forma.

P
ara sentir este estado de plenitud debo fortalecer mi capacidad de permanecer estable ante las diferentes situaciones y escenas de la vida. Y junto a la estabilidad, tengo que desarrollar la habilidad de mantener un equilibrio entre:
Ser alegre, pero no excesivamente extrovertido.
Ser sincero, pero no herir.
Ser firme en las ideas pero no arrogante.
Ser humilde pero no sumiso.
Ser rápido pero no impreciso.
Estar contento pero no ser complaciente.
Ser despreocupado pero no ser descuidado.
Ser amoroso pero no apegado.
Ser pacífico pero no pasivo.
Ser disciplinado pero no rígido.
Ser flexible pero no débil.
Ser obediente pero no ciego.
Ser dulce pero no pegajoso.
Ser moldeable pero no tonto.
Ser introvertido pero no cerrado.
Ser decidido pero no testarudo.
Ser valiente pero no agresivo.

El espejo de las relaciones

Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos. En nuestra consciencia, los demás actúan como un espejo, en el que vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos del ser.

Cuando vemos un defecto en alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese defecto existe en nuestro interior. Es nuestra inconsciencia lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona. Si vemos en alguien ese mismo defecto e internamente nos sentimos neutrales o comprensivos o empáticos, entonces podemos entender que estamos en una consciencia correcta y espiritual.

Como seres espirituales, nos damos cuenta de la importancia esencial que tiene nuestra manera particular de percibir a los demás y al mundo en general. Hacernos conscientes del alma significa estar despiertos y atentos a todos estos procesos que tienen lugar en nuestra consciencia.

Para impulsar de forma activa nuestro proceso de transformación interior, es muy importante practicar de manera consciente el enfocar nuestra atención en las especialidades, virtudes y cualidades positivas de los demás. Esta atención consciente e intencional nos beneficia y fortalece, ya que todo lo que apreciamos y reconocemos en los demás, se potencia también en nuestro interior.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sé feliz

Sé feliz
La felicidad no es el final de tu viaje, ¡la felicidad es el viaje en sí! Se dice que no hay nutrición como la felicidad. Aquí encontrarás algunas formas prácticas de ser feliz que te ayudarán a sentirte contento, no sólo de vez en cuando, sino todo el tiempo.

Sé feliz haciendo tus deberes
Aprender a establecer y sustentar una actitud constantemente contenta requiere algún esfuerzo. Si te gusta estudiar este arte, requerirá de ti un poco de tiempo y espacio para la reflexión silenciosa, alguna inspiración y mucha práctica. ¿Qué es lo que deberías practicar cada día? Auto-respeto, compasión y amabilidad. Esta es la ruta a la felicidad, y la práctica continua te llevará allí.

Sé feliz aceptando la obra de la vida
El secreto de estar contento es saber que has sido invitado a la gran obra de la vida, pero sólo como un actor – no como director o crítico. Simplemente tienes que interpretar tu papel lo mejor que puedas, con honestidad y humildad, respetando siempre el papel de los demás actores

Sé feliz soltando el pasado
Los momentos pasados son como monedas que ya has gastado; no tienen valor en el presente – nunca las puedes volver a gastar. Sin embargo, cada minuto nos ofrece la oportunidad de crear una nueva fortuna, siendo alegre y generoso con los demás. De esta manera empiezas a crear una cuenta sana para el futuro también. La moneda del contento es la paz personal y las acciones conscientes.

Sé feliz y no te desanimes
La felicidad es tu derecho de nacimiento. La posees en abundancia. Y depende de ti sujetarla. Cuando un tema de la salud, una circunstancia adversa o la decepción intentan arrebatarte la felicidad, tu tarea es permanecer estable y sereno, sabiendo que esta escena en la obra de la vida pasará y la paz se restablecerá. Si sigues sonriendo y permaneces liviano, tu alegría y bienestar sólo pueden crecer.

Sé feliz creando tu propia felicidad
Si esperas recibir felicidad de fuentes externas a ti, puede que te decepciones. Puede que pienses que la felicidad viene empaquetada como nuevas posesiones, o una nueva relación. Pero después de abrir todos estos paquetes, cuando veas la realidad de lo que contienen, descubrirás que el mejor paquete de todos es la felicidad en sí misma. Así que date a ti mismo el regalo de la felicidad completa hoy. Nadie ni nada más pueden hacerlo.

sábado, 22 de octubre de 2011

Liberarse de los pensamientos inútiles


Por un lado están los pensamientos negativos, que crean pesar y vacían nuestra energía y por otro, los pensamientos inútiles, más difíciles de controlar e identificar. Los pensamientos negativos, por su propia naturaleza se pueden identificar con mayor facilidad, pero los inútiles requieren discernimiento.

Todo lo que ocupa nuestra mente y no nos aporta ningún logro sino que sólo sirve para desperdiciar nuestro tiempo y pensamientos es inútil. La lista es larga: pensar en el pasado, preocuparse innecesariamente por el futuro, imaginar y especular sobre las situaciones y los demás sin realmente disponer de suficiente información, pensar sobre lo que los demás hacen o dejan de hacer cuando no es de nuestra incumbencia, etc.

Y lo sorprendente de los pensamientos inútiles es que a veces nuestra mente los presenta como atractivos y necesarios. Podemos llegar a sentir que es importante dedicar tiempo a pensar en eso, cuando en realidad es una completa pérdida de tiempo y energía.

Por ello, es esencial la práctica de la auto-observación y junto a ello, revisar con regularidad y preguntarnos: ¿Es necesario pensar en esto? ¿Me aportan algo estos pensamientos?

Para tener éxito en liberarnos de los pensamientos inútiles (así como de los negativos) necesitamos dos poderes espirituales: el poder de controlar y el poder de gobernar. A la mente se la compara con un caballo, así que desde nuestra consciencia necesitamos asir firmemente las riendas de la mente.
El poder de controlar es la capacidad de poner un freno a la expansión de la mente. Los pensamientos inútiles tienen otra particularidad: suelen ser muchos y veloces. Por tanto necesitamos un freno poderoso para poner un punto final a la expansión de lo inútil.

El poder de gobernar es la capacidad de dirigir y encauzar los pensamientos en otra dirección, una nueva dirección más beneficiosa y útil.

El método principal para dejar de desperdiciar la energía de los pensamientos es mantener todo el día, tanto como podamos, la mente ocupada. Una mente ocupada en pensamientos de conocimiento espiritual, en planes para servir a los demás y beneficiar al mundo, junto a los pensamientos prácticos y útiles de la actividad diaria, tal mente no puede ser atraída por nada más. 

Sencillamente, no dispone de tiempo. Una mente ociosa es fácil presa no sólo de lo inútil sino con frecuencia de lo negativo.

Ésta es una de las metas más elevadas a nivel espiritual: convertirnos en el amo de nuestra propia mente.