Cuidar las relaciones
Tus palabras pueden impresionar a los demás. Cuando cometas un error, aprende de él. Dirán: “qué bien ha hablado, qué interesante lo que ha dicho” pero si no practicas lo que dices, no se sentirán motivados a hacer algo. Tus acciones son las que de verdad inspirarán y les mostrarán cómo hacerlo.
Cuando cometas un error, aprende de este error y decide no repetirlo y después olvídalo. Te sentirás mejor de nuevo.
Haz lo mismo con los demás. En lugar de magnificar sus pequeños errores, disuélvelos en tu mente y también ayúdales a olvidarlos. Una persona sensata no critica los errores de los demás, sino que aprende de ellos para el futuro.
El gran enemigo de la paz es el ego. El ego te hace juzgar a los demás y pensar en ellos de forma inadecuada. Te genera expectativas de que actúen según tus deseos. De esta manera olvidas que eres un estudiante y que estás aquí para aprender.
En lugar de aprender, si empiezas a dar consejos, diciendo a los demás lo que deberían hacer e intentando cambiarles, olvidas una importante lección de la vida. Sólo te puedes cambiar a ti mismo, no puedes cambiar a los demás. En cambio puedes inspirarles y ser un ejemplo para ellos.
El mundo está lleno de preocupaciones y de tristeza. Crea pensamientos y palabras que sólo den paz y felicidad y estarás brindando una cooperación única e invaluable.
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