Mi verdadera identidad
Nosotros no podemos acumular lo externo, ni confiar en ello, para crear una sensación de valor personal.
La gente a menudo intenta llenar el vacío de la insuficiencia personal con la codicia, pero este “método” va contra las leyes naturales del universo. Todo lo que soy, todo lo que puedo ser, todo lo que me hará realmente feliz debe comenzar en mi interior.
Tenemos que empezar de dentro hacia fuera, no al revés, de lo contrario creamos deseos sin fin, como el monstruo de las siete cabezas que guardaba el Vellocino de Oro: cada vez que Jasón, el héroe, cortaba una cabeza, otra crecía en su lugar. El monstruo no murió hasta que le dio en el corazón.
Los deseos se crean porque queremos una cosa u otra y creemos que encontraremos el éxito cuando esos deseos se cumplan. Este patrón de conducta nos sigue decepcionando y la prueba de ello se ve en el estado de descontento y vació que las personas encuentran dentro de sí mismas.
Yo soy un ser pacífico y espiritual; esa es mi verdadera identidad.
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