lunes, 21 de mayo de 2012

El poder del silencio

Para cada situación de la vida, podemos encontrar una solución precisa si desarrollamos la práctica de permanecer en introspección y experimentar el poder del silencio.

En general, siempre que alguien crea un invento nuevo y potente, lo hace en secreto, lejos del bullicio y la extroversión.

Siempre que dispongamos de tiempo, mientras llevamos a cabo nuestras responsabilidades o mientras escuchamos o compartimos, podemos practicar el entrar en el silencio, en la conciencia desapegada del cuerpo físico y del mundo físico.

El estado interno poderoso que se genera con esta práctica nos capacitará a encontrar una solución para cada problema o situación. A la vez, a medida que dominamos esta práctica, seremos capaces de dar a los demás la experiencia de paz y poder espirituales.

Para conseguir esta experiencia, un método práctico es concentrar desde nuestro interior toda la atención en un punto, considerando que ese punto es la forma de nuestra esencia espiritual. Y, a continuación, abrirnos a la experiencia de paz y silencio que emana de forma natural desde el punto, la consciencia, el ser.

Dedicando tiempo cada día a esta práctica, desarrollaremos una atracción natural hacia el silencio interior, hacia esa conexión con la fragante esencia de nuestro ser espiritual. Desde ahí nos abriremos a un nuevo mundo de percepciones sutiles y profundas, que nos permitirán comprender y discernir qué respuesta hemos de dar ante las situaciones prácticas de nuestras vidas.
 

domingo, 20 de mayo de 2012

sábado, 19 de mayo de 2012

Equilibrio

La mejor señal de equilibrio en una vida es un sentimiento de bienestar, optimismo y una clara conciencia. La base para lograrlo es cuidar la propia espiritualidad, conservar en todo momento un espíritu apacible, afable y reflexivo. De ese modo sabré intuitivamente como satisfacer las diversas responsabilidades. Sólo puedo dar a los demás lo mejor de mí mismo cuando estoy en plena forma.
Para sentir este estado de plenitud debo fortalecer mi capacidad de permanecer estable ante las diferentes situaciones y escenas de la vida. Y junto a la estabilidad, tengo que desarrollar la habilidad de mantener un equilibrio entre:

Ser alegre, pero no excesivamente extrovertido.
Ser sincero, pero no herir.
Ser firme en las ideas pero no arrogante.
Ser humilde pero no sumiso.
Ser rápido pero no impreciso.
Estar contento pero no ser complaciente.
Ser despreocupado pero no ser descuidado.
Ser amoroso pero no apegado.
Ser pacífico pero no pasivo.
Ser disciplinado pero no rígido.
Ser flexible pero no débil.
Ser obediente pero no ciego.
Ser dulce pero no pegajoso.
Ser moldeable pero no tonto.
Ser introvertido pero no cerrado.
Ser decidido pero no testarudo.
Ser valiente pero no agresivo.

viernes, 18 de mayo de 2012

El poder de los pensamientos puros y elevados

El tesoro más elevado es el de los pensamientos. Los pensamientos elevados son la base de una vida espiritual. El tesoro de los pensamientos es muy poderoso. Con los pensamientos podemos ir a la experiencia del silencio en un segundo. Podemos ir con nuestra mente a donde deseemos.

Estemos sentados o realizando acciones, con el tesoro del poder de los pensamientos podemos experimentar cercanía hacia las personas en las que estemos pensando. Cualquier estado que deseemos adoptar, sea elevado, sea de felicidad o sea de confusión o de debilidad, es fruto de nuestros pensamientos.

Con el pensamiento de un segundo “soy un alma pacífica”, podremos conectar con una experiencia positiva de paz. En el momento en que tenemos el pensamiento “soy un alma débil, no tengo fortaleza”, entonces en un segundo la felicidad desaparece. Experimentamos angustia en nuestro estado interno. Sin embargo la base de ambos estados son los pensamientos.

Al comprender la vital importancia de la calidad de nuestros pensamientos, nos damos cuenta de la necesidad de evitar o transformar los pensamientos débiles e inútiles en nuestra mente. Cuando desperdiciamos el tesoro de los pensamientos eso debilita nuestro intelecto y nuestro estado, generando confusión e imprecisión en nuestra toma de decisiones. La velocidad de los pensamientos se vuelve muy rápida. Debido a su gran velocidad, perdemos la habilidad de controlarlos. Puede que nos preguntemos: “No recuerdo haber realizado ninguna acción negativa, pero ¿por qué he perdido mi felicidad?”. La causa de ello son los pensamientos débiles e inútiles.

En la meditación Raja Yoga también creamos nuestro estado a través de los pensamientos: “soy un alma, un punto de luz brillando en el centro de la frente, mi naturaleza verdadera es de paz y pureza”. Con estos pensamientos elevados y con concentración del intelecto, experimentamos nuestra naturaleza original. Éste es el enorme poder de los pensamientos.