Para cada situación de la vida, podemos encontrar una solución precisa si desarrollamos la práctica de permanecer en introspección y experimentar el poder del silencio.
En general, siempre que alguien crea un invento nuevo y potente, lo hace en secreto, lejos del bullicio y la extroversión.
Siempre que dispongamos de tiempo, mientras llevamos a cabo nuestras responsabilidades o mientras escuchamos o compartimos, podemos practicar el entrar en el silencio, en la conciencia desapegada del cuerpo físico y del mundo físico.
El estado interno poderoso que se genera con esta práctica nos capacitará a encontrar una solución para cada problema o situación. A la vez, a medida que dominamos esta práctica, seremos capaces de dar a los demás la experiencia de paz y poder espirituales.
Para conseguir esta experiencia, un método práctico es concentrar desde nuestro interior toda la atención en un punto, considerando que ese punto es la forma de nuestra esencia espiritual. Y, a continuación, abrirnos a la experiencia de paz y silencio que emana de forma natural desde el punto, la consciencia, el ser.
Dedicando tiempo cada día a esta práctica, desarrollaremos una atracción natural hacia el silencio interior, hacia esa conexión con la fragante esencia de nuestro ser espiritual. Desde ahí nos abriremos a un nuevo mundo de percepciones sutiles y profundas, que nos permitirán comprender y discernir qué respuesta hemos de dar ante las situaciones prácticas de nuestras vidas.