6 de
junio: EL ARTE DE UNA VIDA PLENA: MANTENER UNA MENTE FELIZ
Guillermo
Simó nos animó con su charla, el pasado
jueves 6 de junio en el Espacio Elsa, a descubrir y practicar el mantener una
mente feliz. La conferencia duró una hora y al final, como es habitual, meditamos todos juntos. Sin embargo, una vez finalizada la meditación, los
asistentes permanecieron sentados, en
silencio, nadie se levantó ni se movió. En realidad a las 21
h. aún estaba la sala llena. Un buen síntoma de que la meditación conjunta hizo su efecto en todos los allí presentes.
Vivir
una vida plena tiene que ver con cual es el estado de nuestra mente. Según lo
que estamos viviendo así son nuestros
sentimientos y la energía que generamos. Las circunstancias nos hacen
sentir mejor o peor, esa es la lógica humana, pero la lógica espiritual es
distinta. Una cosa es lo que sucede fuera y otra cosa es lo que tú creas en tu
interior. En realidad es un cambio de paradigma, cambiamos de ser victimas a ser responsables.
Una vida plena tiene que ver con que tú seas consciente de que eres el creador, lo que ocurre es que tenemos
el hábito de reaccionar de forma involuntaria. La situación, la otra persona te
lanza un estímulo y tú permites la “explosión emocional” y entonces surge esa
reacción descontrolada. Hay un margen, mínimo, para que hagamos algo. A esta
práctica la llamamos el “observador
desapegado”.
Ejercitar
el estado del “observador desapegado” nos capacita a observar de manera neutral
la escena que ocurre y también a observar con desapego la reacción emocional
que surge en nuestro interior. La emoción, la agitación surge pero debo
mantener una conciencia clara de que no soy esa emoción. Si me atrapo en
esa emoción no puedo hacer nada, me
desborda. Tenemos que dar a la mente una
perspectiva nueva y decidir si nos
interesa esa emoción o no. Las emociones no nos interesan aunque vivimos en una sociedad que nos inspira a vivir emociones. Las
emociones nos agitan por dentro, nos descentran. Debemos darnos cuenta del
efecto que las emociones tienen en nuestra consciencia. Las emociones no nos
permiten tomar decisiones con claridad.
La
plenitud es un estado de consciencia, la plenitud no es conseguir tus sueños.
No podemos hipotecar nuestra plenitud hasta conseguir nuestro sueño porque
¿y si nuestro sueño no se cumple hasta
pasado un tiempo, unos años? Aunque
nuestro sueño sea muy bonito no hay que conectar ese sueño con nuestra plenitud personal. Cuando estas en paz no necesitas ninguna
emoción. El estado de paz no es un estado emocional. Y junto al estado de paz,
vamos experimentando también el estado de estar libres de deseos.
Así
pues tenemos que dar a la mente una
interpretación útil, valiosa, de todo lo que sucede a nuestro alrededor,
tenemos que adoptar una perspectiva mental que nos ayude, tenemos que hacer
nuestra mente feliz. La meditación es una buena herramienta, nos ayuda mucho ya
que al meditar captas mucho más los sentimientos de los demás, la meditación
eleva nuestra consciencia, captas mucho mejor lo que ocurre a tu alrededor.
Tenemos que utilizar nuestra mente de forma creativa. En
cada reto, en cada situación, tenemos que enfocarnos en las distintas
posibilidades. Hay que conectar con nuestra esencia profunda, así cuando venga
una situación complicada podrás disfrutar de lo que has conseguido meditando
y tendrás el control de la situación.
La
meditación nos capacita a nutrir nuestra mente con el alimento de mayor
calidad, los pensamientos puros, espirituales y elevados. Nuestra mente se hace
feliz, se llena de experiencias y logros. Ésta es la verdadera base de la
experiencia de una vida plena.