jueves, 25 de abril de 2013

Fira de la Terra 2013


Los días 20 y 21 de abril en Barcelona se ha realizado la 18º Fira per la Terra en el passeig Lluis Companys i Parc de la Ciutadella. Han participado muchas entidades y miles de personas comprometidas con sus valores, su respeto y agradecimiento a este mundo en el que habitamos todos. Su presencia nos recuerda que sí es posible el cambio de conciencia, es posible la cooperación y solidaridad en este mundo.
Brahma Kumaris ha participado con un stand, un espacio espiritual, inspirador, en el que las personas a su paso giraban la rueda de las virtudes, conectaban y recordaban que ellas llevan dentro de sí mismas esas virtudes.
José Mari Barrero dio una conferencia con el tema de “Espiritualidad: energía del cambio” con la asistencia de más de 80 personas.
Las imágenes muestran la celebración del acto de la Roda per la Terra, con la participación de Pep Puig, fundador y motor de la Fira per la Terra, Miriam Subirana, presidenta de la Associació Día per la Terra, y  Marta Matarín, miembro del equipo de coordinación nacional de Brahma Kumaris.




 

lunes, 15 de abril de 2013

La ciencia de la felicidad - Conferencia del Doctor Prashant Kakode. Barcelona, viernes 12 de abril de 2013


El pasado viernes 12 de abril, en la Escuela el Centro de Barcelona,  tuvimos el privilegio de escuchar  al Dr. Prashant Kakode, médico especialista en medicina holística. Coordinador del Centro de Salud Integral en Cambridge, profesor de meditación Raja Yoga y coordinador de BK en Cambridge también. El titulo de la conferencia  fue: La ciencia de la felicidad.

Asistieron a la conferencia  250 personas.  Prashant compartió con todos los asistentes  algunos puntos  para ayudarnos  a comprender cómo funciona nuestra mente. De hecho   dicen que estamos programados para ser negativos, aunque podemos cambiar esta tendencia. Si de 10 áreas, cosas de nuestra vida,  9 van bien y una sola mal, ¿a qué situación le dedicamos más tiempo?¿Qué recordamos más? Recordamos más aquello que  no va bien. Así es como tenemos programada nuestra manera de ser. Diferenciamos entre la felicidad a corto plazo y la felicidad a largo plazo. Si nos preguntamos: ¿Qué hace a la gente feliz? Algunos piensan que ser famoso, otros piensan que ser hermosos les hace felices... si esto fuera así todos los  famosos serían felices y todos sabemos que no es así. 8 de cada 10 famosos  están  en tratamiento mental,  terapia, medicación... Algo nos dice que hay una vida externa y una vida interna. Hay poca información sobre cómo mejorar la vida interior, que es la que experimentamos durante 24 h al día.A quí es donde debemos poner más atención, en como mejorar nuestra vida interior.

Algunas frases :

1)     La riqueza más allá de un mínimo básico no se traduce en felicidad. Todos conocemos personas muy exitosas en lo externo pero no en lo interno. Debemos hacer nuestra vida interna más rica.

2)     Los seres humanos se pueden adaptar al cambio.  Si nos preguntamos: ¿Quién es feliz?¿Los que reciben?¿Los que dan?¿Los que piden?¿Los que roban?

El dar y el recibir no siempre son físicos. Se ha  estudiado que los que toman  tienen un patrón  en la mente, no tienen suficiente con lo que les dan y tienen quejas, no se dan respeto, ellos piensan: ”..no me dan lo suficiente”. Los que se quejan  son los que toman. Los que dan, dan respeto, dan continuamente. Otro tipo de individuos son los que no tienen quejas pero si la  preocupación de perder lo que tienen. Cuanto más utilizan la palabra "mío.." más pierden lo que tienen. En las mentes de los que roban lo que ocurre es que  sus mentes se llevan consigo la culpa de lo que robaron en el pasado.

No todos conocen la relación entre el dar y la felicidad. El dar a tus relaciones no es realmente dar, porque hay  un cierto cálculo y se espera un retorno. Si das de manera silenciosa los resultados son mágicos. Deberíamos experimentar esto.

Debemos encontrar maneras de hacer más rica nuestra vida interior.

3)     La gente más feliz es la que ha descubierto sus fortalezas (p.ej : perseverancia o determinación), virtudes (honestidad). Cuando tu vida interna  es más rica que la vida externa entonces tu vida es feliz. El auto-respeto es un  factor muy importante. El auto-respeto se basa en mis acciones, en mi pasado, mis secretos, mis sueños, mis ambiciones, si todo esto esta limpio  tengo respeto por mí mismo. El auto-respeto está directamente conectado con la felicidad.

La serotonina también  está directamente relacionada con la felicidad. Cuando hay felicidad la serotonina está más alta. A más serotonina más confianza en uno mismo, se maneja mejor  un escenario de crisis y al revés,  a menos serotonina menos control sobre uno mismo y surgen enfados, lamentos...

La dependencia a cualquier cosa  hace  que la calidad de nuestra vida se reduzca. Finalmente  llegamos a la fórmula de la felicidad:

 Felicidad  = Verdad/ deseos.

Esta fórmula pretende  liberarnos de la desesperación.

Cuantos más deseos tiene uno menor es la felicidad. Existe un estado de meditación en el que estas libre de deseos. Deseos  = 0 à  Felicidad  es infinita.

Cuanto mas entendemos sobre la verdad mayor felicidad. Pero, ¿qué quiere decir  comprender la verdad? Comprender la verdad es como comprender la escena completa, cuanto más entiendo la escena, más entiendo la verdad y así yo entiendo cuál es mi vida, la posición en mi vida, esto es parte de un viaje mucho más grande  que hace que entienda y lleve cualquier situación de otra manera. Cuando estás “rico” internamente, tu deseo es expresar tu felicidad, no hay negatividad.

Finalmente, después de algunas preguntas de los asistentes,  finalizó la conferencia  con unos minutos de meditación en un gran ambiente de silencio.

domingo, 24 de marzo de 2013

La propiedad de la felicidad espiritual

La felicidad espiritual es una experiencia única e invalorable.

¿Por qué desaparece la felicidad espiritual? Una de las principales causas está conectada con los deseos limitados. Tenemos que ser conscientes de que si tenemos incluso un deseo en la mente, éste dará nacimiento a muchos otros. Un deseo es satisfecho y otro surge inmediatamente. Una mente llena de deseos es una mente intranquila que no conoce el descanso. Una mente calmada y satisfecha es el contenedor seguro de la felicidad espiritual.

Otro aspecto que hace que perdamos la felicidad es la crítica y la difamación. Absorber la crítica o la difamación que otros puedan hacer de mí significa entregarles mi felicidad a ellos. Es como renunciar a mi verdadera propiedad. Tenemos que ser conscientes de que no hay mejor nutrición para el alma que la felicidad. Por ello es importante considerar prioritario el preservar y mantener nuestra felicidad espiritual, uno de nuestros tesoros más elevados.

La felicidad también desaparece cuando nos involucramos en pensar acerca de personas y situaciones. Si nuestra mente se absorbe en los pensamientos de situaciones externas, se hace muy difícil permanecer conectados con nuestra esencia, con nuestro ser verdadero y por supuesto, con Dios, el Alma Suprema. Debido a ello, la experiencia de la felicidad espiritual se diluye en medio de tantos pensamientos inútiles e innecesarios.

Sólo Dios, de hecho, nos puede dar la calidad de felicidad que sustenta y conforta nuestro corazón. Otras personas y las situaciones nos pueden proporcionar solamente felicidad pasajera.

Si aprendemos a tomar de Dios esta felicidad de la calidad más elevada podremos permanecer constantemente felices.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Meditación y concentración


La meditación es el proceso a través del cual entrenamos la mente para crear conscientemente el tipo correcto de pensamientos que queremos tener. Para que los beneficios de la meditación se hagan efectivos, necesitamos practicarla de manera regular, como parte de nuestra rutina diaria.

En el campo de la acción, nos confrontamos con diversos tipos de situaciones adversas e incómodas, cuyo primer y más inmediato efecto se produce en el nivel de nuestros pensamientos, antes de que su influencia se manifieste en la expresión de la cara o en las palabras o acciones. Nos damos cuenta, en nuestro interior de que los pensamientos (y como resultado nuestra respuesta a través de las acciones) que creamos en esos momentos no son los adecuados. Queremos inculcar el hábito de que los patrones de pensamiento sólo sean los que nos gustan o consideramos correctos, positivos y poderosos, no importa lo que suceda.

¿Así que por dónde empezamos? La meditación es el punto de partida. La meditación es el momento en el que conscientemente creamos pensamientos de calidad positiva. ¿Qué beneficio conseguimos? En esos momentos, estamos cambiando el hábito muy antiguo y arraigado de crear pensamientos erróneos y desestabilizadores cuando afrontamos situaciones adversas.

¿Cómo hacemos esto? A través del intelecto. El intelecto es la facultad de nuestra consciencia que nos permite tomar las riendas de la mente y elegir la dirección en la que queremos que la mente viaje. Durante la meditación, exploramos y contemplamos conceptos de conocimiento espiritual como la perspectiva de nuestro ser como un alma, un ser de luz. Con el intelecto nos enfocamos en esta realidad sutil.

El intelecto es la facultad que nos permite concentrarnos en el pensamiento que elegimos. En general nos resulta más fácil enfocarnos en aspectos físicos o prácticos y se vuelve más resbaladizo enfocarse en pensamientos sutiles, como el de que soy un alma, un punto de luz, y mi lugar de residencia en este cuerpo físico es el centro de la frente, justo detrás de los dos ojos. Otro pensamiento sutil es el de que Dios, el Alma Suprema, la fuente de todos los poderes espirituales, también es un punto de luz, que brilla en la dimensión espiritual.

Es sólo con la concentración del intelecto que podemos acceder a hermosas, profundas y transformadoras experiencias espirituales. Y el único método para desarrollar la capacidad de concentración del intelecto es la práctica continuada y atenta, con determinación y propósito

lunes, 11 de marzo de 2013

Diferencia entre controlar y reprimir

A fin de conquistar nuestros hábitos negativos, se hace necesario desarrollar la capacidad de controlarlos con nuestra voluntad. Y entonces surge la cuestión: ¿no es controlar también una forma de reprimir? Y todos sabemos que reprimir algo siempre tiene consecuencias perjudiciales.

Tomemos unos momentos para reflexionar sobre esto. Podemos profundizar sobre el proceso de la ira, un hábito negativo muy común. Cuando entendemos que nuestra esencia original es la paz y no sólo lo entendemos, sino que a través de la meditación y la contemplación realmente lo experimentamos, nuestra conciencia cambia. La experiencia habitual es que cuanto más nos sentimos en paz y en bienestar en la mente, más valoramos la presencia de la paz en nuestras vidas. Ahora tenemos mayor conocimiento espiritual acerca de nosotros mismos.

Hay una diferencia fundamental entre controlar y reprimir. Cuando tenemos conocimiento espiritual y alguna situación externa activa nuestra ira (que todavía existe, aunque tengamos la meta de superarla), entonces vamos desarrollando el poder de controlar. Esto quiere decir que incrementa nuestra capacidad de resistir internamente la fuerza de esa ira, ya que en nuestro intelecto mantenemos claridad acerca de quién soy y qué es lo que quiero: preservar mi paz y mi estabilidad. La decisión que tomemos para responder a ese estímulo será una decisión consciente.

En cambio, reprimir es algo que se hace desde la ignorancia, desde la obligación. Por ejemplo, alguien provoca mi ira y reprimo mi reacción. Normalmente lo haremos desde el miedo o desde la incapacidad, es decir, no es una decisión que proviene de un entendimiento y un proceso consciente sino desde lo que se percibe como una necesidad.

Un ejemplo podría ser el jefe dándole una reprimenda a un empleado. Al empleado le encantaría contestarle pero teme por su puesto de trabajo. La ira reprimida simplemente estallará en otro lugar y momento, quizás en su casa con su familia.

Por tanto, el auto-control es una capacidad muy necesaria en nuestro proceso de crecimiento espiritual, siempre desde el discernimiento y la claridad de conciencia.

viernes, 15 de febrero de 2013

Conferencia en el Espacio Elsa: Poder espiritual: La dimensión sutil de la realidad"

El 14 de febrero, en el espacio Elsa, Lidia Miranda, profesora de pensamiento positivo y meditación, ha dado la conferencia titulada: “Poder espiritual: la dimensión sutil de la realidad”. Con una asistencia de 47 personas.

De una forma muy práctica y con ejemplos muy reales de nuestro día a día, Lidia nos  ha hecho ver cómo, ante una misma realidad, diferentes individuos involucrados, la viven de una forma distinta. Incluso para una misma realidad tenemos diferentes respuestas según nuestro estado anímico. Esto ocurre por la influencia que la dimensión física ejerce sobre nosotros. Nos ha dado consejos para recuperar nuestra energía y poder interior. ¿Cómo posicionarnos en una dimensión más elevada? La energía sutil existe pero no se ve y esta energía también ejerce su poder. Estamos tan influenciados por todo lo físico que esto es lo que más tira de nosotros. No debemos olvidar que: "allá donde vaya mi visión va mi energía". Debemos tomar la responsabilidad de qué es lo que incorporamos en nuestra percepción. Debo aprender a ver las fortalezas de los demás y no las debilidades.

Algunas reflexiones:

·         Nunca perder la esperanza en los demás ni en nosotros mismos.

·         No perder la esperanza en nuestro propio cambio.

·         Cuidar el tiempo y los pensamientos, porque con los pensamientos que creamos… elegimos donde nos posicionamos, si arriba o abajo. Depende solo de mí.

·         Tenemos que ser nosotros quienes influenciemos nuestro entorno y a los que nos rodean con energía sutil, con una actitud más positiva, y así cambiamos nuestra realidad.

·         Aprender a conectar con la energía de lo divino. El ser supremo es el único ser que se mantiene estable en la dimensión espiritual. Esa gran capacidad de amar, de perdonar, de dicha que tiene el alma suprema  influye en mi alma. Esta es la forma rápida de recobrar mi armonía interior y mi equilibrio.