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lunes, 9 de diciembre de 2019

Estrategias para mejorar las relaciones

Estrategias para mejorar las relaciones



Una meta elevada para nuestra vida es mantener relaciones armoniosas y libres de conflictos con las personas con las que convivimos. Para conseguirla es necesario profundizar en la dinámica de las relaciones y reconocer y practicar aquellos valores y actitudes que facilitan tal objetivo.

A menudo, las personas que nos rodean, con sus personalidades únicas, sus idiosincrasias y sus particularidades en su carácter, ciertamente serán un desafío. Hemos de comprender que las personas que nos rodean también tienen que afrontar nuestro propio carácter e idiosincrasia, es un proceso bidireccional. La actitud correcta es aceptar a los demás y aprender a cómo armonizar nuestras personalidades. Necesitamos ser capaces de mantener nuestro auto-respeto, nuestros valores y cualidades espirituales, particularmente frente a la provocación y los obstáculos. Es propio de una mentalidad limitada anhelar las condiciones ideales, ya que el verdadero desarrollo reside en aceptar la diversidad de personalidades y maneras de ser. El desarrollo y cultivo de los valores y la práctica espiritual se fortalecen en condiciones de adversidad. Algunas pautas y estrategias efectivas para mejorar nuestras relaciones son:

1. No juzgar las cosas o personas por las apariencias: todo tiene un significado más profundo. Cada situación adversa contiene una bendición escondida. El trabajo que necesitamos hacer es cuestionar las impresiones sensoriales, practicar el escuchar más nuestra conciencia y seguir lo que nos indica nuestra sabiduría interna. Los sentimientos y emociones pueden fluctuar enormemente, pero la sabiduría interna no fluctúa. Tenemos que seguir refinando nuestras facultades perceptivas para poder ver detrás de la apariencia de la percepción sensorial. Para ello tenemos que practicar la paciencia, evitar las reacciones precipitadas y explorar y descubrir los beneficios que se esconden en cada situación o relación. La actitud y el comportamiento de la persona con la que tratamos puede suponer un desafío, pero con paciencia y observación podremos descubrir cómo nos enriquece esta relación.

2. Siempre que señalamos a alguien con el dedo, hay tres dedos señalándonos a nosotros. Cuando criticamos a alguien y le señalamos con un dedo, los otros tres dedos señalándonos a nosotros son un indicativo de que los errores que vemos también están en nosotros. En general, no vemos nuestros propios defectos. Cuando tomamos conciencia de esos tres dedos que nos señalan, podemos reconocer el trabajo personal e interno que se requiere. Necesitamos desapegarnos de las actividades de los demás, y evitar los juicios descalificadotes. Una actitud práctica es darle mentalmente pleno permiso a la otra persona para ser exactamente como es. Esto rompe el hábito de atraparse en el comportamiento de otros y sentirse obligado a corregirles. Nos damos cuenta de que no tenemos jurisdicción sobre nadie, exceptuando nosotros mismos.

3. Aquellos que nos insultan son nuestros verdaderos amigos. Es lo opuesto a lo que instintivamente pensaríamos. Con esta estrategia revertimos nuestras reacciones instintivas del ego frente a la crítica y nuestro deseo de sólo escuchar adulación y halagos. Esta técnica cortocircuita nuestra reacción defensiva del ego. Si lo que se nos dice es falso, nos hace mantenernos firmes en nuestro auto-respeto y en nuestra dignidad. Si lo que se nos dice es verdad, nos beneficiamos mucho al aceptar palabras directas y honestas, en lugar de rechazarlas arrogantemente como si se tratara de insultos. Un verdadero amigo es alguien que nos beneficia. Si una verdad magulla o daña el falso ego, eso es útil, ya que nuestra meta es liberarnos del falso orgullo y permanecer estables en un estado de auto-respeto verdadero.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Conquistar los pensamientos inútiles

Conquistar los pensamientos inútiles



Los síntomas de los pensamientos inútiles son sentimientos de angustia, pérdida de felicidad o de bienestar, una mente alterada llena de confusión o incapacidad para tomar decisiones precisas.

Pensar una y otra vez sobre una acción desafortunada ya realizada no es una forma correcta de usar el tiempo. Arrepentirse es bueno si se reconoce como el medio de llevar a cabo una transformación. Sin embargo, la transformación del ser debería suceder en el momento en que hay comprensión y reconciliación. En ese momento, deberíamos discernir si algo fue correcto o erróneo. Después, en un segundo, decidir qué acción o acciones evitaremos de ahora en adelante y qué acción o acciones serán las que potenciaremos en su lugar. El poder de esta decisión debería aportarnos la experiencia de la felicidad del logro para el futuro.

La práctica de pasar el tiempo pensando sobre las debilidades de los demás nos hace descender a las esferas de influencia de los demás. De esta forma, uno se influye por la carga de pensamientos, en vez de ser él el que influye sobre los mismos. Para acabar con la costumbre de habitar en el vacío de las debilidades de los demás hay que pensar sobre las propias virtudes, valores y fortalezas así como en lo que falta en la propia esfera de influencia. ¿Qué virtud personifiqué hoy? ¿Qué fortaleza debería haber experimentado, sobre la que trabajaré mañana? ¿Qué valor demostré? ¿Qué necesita desarrollarse aún?

El poder de controlar los pensamientos comienza con:
1) el compromiso con la creencia de que uno tiene una habilidad innata para cambiar los pensamientos inútiles en pensamientos valiosos, y
2) hacerse responsable de los pensamientos, que son las semillas de los sentimientos, las palabras y las acciones. La práctica de desarrollar el poder de controlar consiste en examinar y cambiar a conciencia la calidad y la dirección de los pensamientos.

jueves, 14 de junio de 2018

Cambiarme a mí mismo

Cambiarme a mí mismo

Tómate unos momentos para visualizar una barca, avanzando suavemente a través del agua. Todo está yendo bien, el viaje es placentero.

Ahora imagina que de alguna forma, se produce un agujero en la barca. El agua empieza a entrar. A medida que entra más y más agua, la barca empieza a hundirse, hasta que finalmente se hunde del todo.

Esta es la historia de la “barca” de nuestra vida.

Para muchos de nosotros, el inicio del viaje está lleno de inocencia, amor y confianza. Sin embargo, en algún momento del viaje, empezamos a hundirnos. Nos quedamos abrumados y nos detenemos. ¿Por qué? Las influencias externas nos inundan, llevándose nuestra fe, haciendo difícil defender nuestros valores y principios. Nos hacemos dependientes de los demás y de las circunstancias y, finalmente, mendigos de felicidad y de paz.

La verdadera esperanza de cambiar empieza sólo cuando comprendemos lo que necesitamos hacer, y lo hacemos. Todo lo que aprendemos en nuestro camino espiritual nos lo necesitamos explicar en primer lugar a nosotros mismos.

“Necesito cambiar”. Ésa es la perspectiva correcta, no importa qué clase de situación o persona esté frente a nosotros. Y necesitamos revisarnos en esto: ¿Cuándo planeo cambiar? ¿Hoy? ¿Mañana? ¿El año que viene? Se puede desperdiciar mucho tiempo esperando que otros cambien primero.

Incluso el decir, “Vale… creo que lo he captado. Voy a probar”, es retrasar el proceso de restauración.

¿Cuándo lo probarás?

Hay poder en decir: “¡Sí, lo he comprendido!” y cambiar algo en uno mismo en ese mismo momento.

Piensa: Si no lo hago yo, entonces, ¿quién? Si no es ahora, entonces ¿cuándo?

viernes, 29 de septiembre de 2017

Aprender a aceptarme

Os informamos de la conferencia que dará Esperanza Santos el jueves 5 de octubre a las 19h.
con el título: "Aprender a aceptarme
".

Para poder seguir esta conferencia por internet tenéis que registraros en la página:
https://app.webinarjam.net/register/2589/6fd927fb3d


Os animamos también a que divulguéis esta conferencia entre vuestros contactos y amistades.