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lunes, 30 de marzo de 2020

Integridad II

Integridad II



Emergemos la actitud y consciencia de integridad cuando repetidamente reconocemos la verdad de que somos un alma pura, pacífica y llena de cualidades. Nos valoramos desde la percepción que desarrollamos de ser seres espirituales, nos valoramos desde la experiencia de nuestras cualidades internas y dejamos de buscar fuentes externas de validación. Cuanto más nos enfocamos en nuestra relación con el Ser Supremo divino, más atraemos poder puro espiritual hacia nuestra alma. Esto nos capacita a manejar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones e interpretar nuestras percepciones sensoriales con sabiduría.

Necesitamos poder y fortaleza para tener integridad. El poder transformador positivo ha de provenir de una fuente externa a nosotros. No podemos ir hacia nuestro interior y encontrar suficiente poder para la transformación porque nuestro espíritu se ha vaciado. No podemos extraer poder de otro ser humano porque también están vacíos y lo único que conseguimos con esa actitud son relaciones desequilibradas. La fuente de bondad y de poder para mantener la integridad es el Ser Supremo, porque está más allá de este universo material y no está sujeto a ninguna corrupción, deterioro o decadencia. El Ser Supremo es inmutable, siempre lleno y su poder no se reduce nunca.

Meditación significa buscar y disfrutar la compañía del Ser Supremo a través de la mente, atraer poder espiritual hacia nosotros. La influencia divina que recibimos nos da fortaleza para emerger nuestra integridad. El recuerdo de Dios produce claridad en la conciencia y nos capacita para convertirnos en amos y soberanos de nuestro mundo interno, devolviéndonos nuestro auto-respeto original.

lunes, 3 de febrero de 2020

SILENCIO

SILENCIO



Cuando el silencio es profundo y rebosante de plenitud, cuando no anhelamos ya el sonido, cuando la concentración en el Uno es completa, entonces como una flecha el pensamiento encuentra su blanco y se derrite en él. Ahí el alma humana no sólo tiene una breve visión de Dios sino que la pureza de ese Ser la absorbe, de manera total, completa y absoluta. Una vez que el alma está repleta de la luz pura que se ha convertido ahora en su ser, irradia hacia otros dicha energía en la forma de paz y amor, como un faro viviente.

El silencio es el puente de comunicación entre el Divino y lo divino del ser humano; en el silencio encontramos lo que es más preciado. El silencio espiritual es el que prepara el corazón y la mente para comunicarnos con el Uno. No se trata de una comunicación basada en palabras repetitivas ni en teorías intelectuales, como así tampoco pedir la satisfacción de deseos limitados. La comunicación sagrada es la armonía del ser original con el Uno Eterno.

(Libro EL PUNTO ALFA, de Anthony Strano)

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Auto-observación


Auto-observación



Una manera de evaluar de forma práctica y consistente nuestro progreso
espiritual es darnos un tiempo para nosotros mismos al final del día. Tomarnos
unos 10 minutos y sentarnos en soledad y silencio para revisar el día. ¿Qué
sucedió desde el momento de despertarnos hasta ahora?
Revisar con atención todo lo que hicimos, nuestras interacciones con otras
personas y lo que estuvimos pensando y sintiendo. Evaluar cuál fue la calidad de
nuestra respuesta. ¿Fue acorde al nivel de calidad que nos hemos fijado?
Notaremos que cada día trae algún que otro desafío conectado con nuestros
valores.

Nos tenemos que observar a nosotros mismos desde la perspectiva del
observador desapegado y preguntarnos si hubiera sido posible otra manera
mejor de responder ante determinada situación, o hubiéramos podido elegir
mejores palabras.

Es una buena iniciativa anotar en un diario las observaciones sobre uno mismo
que consideremos relevantes y útiles al hacer este proceso de auto-observación.
A medida que hacemos este proceso cada día, veremos que en nuestra vida se
manifiestan ciertos patrones. Y nos daremos cuenta de que estos patrones
tienen mucho que ver con los diferentes conflictos, problemas o complicaciones
que se presentan en nuestras vidas. Identificaremos claramente patrones
internos de los que queremos y necesitamos liberarnos para conseguir mayor
armonía, plenitud y satisfacción en nuestras vidas.

Nos daremos cuenta también de la importancia y del valor de meditar
regularmente. La meditación nos ayuda a crear una conciencia elevada y a
desactivar y transformar las tendencias y hábitos de conciencia limitada y
extrovertida (enfocada en el exterior) en la que caemos con frecuencia.

Experimentaremos gran bienestar a medida que tenemos éxito en los cambios
internos necesarios y nuestra consciencia se va volviendo más limpia y clara.
También podremos observar una significativa diferencia en la calidad de nuestra
conexión y experiencia de Dios así como nuestras relaciones y conexiones con
las demás personas.

martes, 16 de mayo de 2017

Silencio y transformación

Silencio y transformación


Para relacionarnos con precisión con la obra de la vida necesitamos ir a la experiencia del silencio.

Desde el silencio puedo abrirme a escuchar la verdadera necesidad del ser: soltar todos los apegos, dejar de forzar y presionar para que las cosas sean según mis esquemas, según mis expectativas. Soltar y abrazar la majestuosa obra de la vida tal como es. Cada escena es nueva y diferente cuando en mi consciencia me renuevo y abandono los preconceptos y prejuicios.

A medida que me hago introspectivo y me conecto con mi ser, aprendo a apreciar y valorar lo que la vida me trae. Me es más fácil conectar con el Ser Supremo, con su luz. Y así me vuelvo un instrumento, un canal de la luz de Dios. Entonces mi presencia también impacta de una manera diferente en la obra de la vida. Soy un alma, un instrumento, un actor privilegiado que observa la obra desde una posición elevada y puedo servir desde el silencio, compartiendo los sentimientos más puros y elevados de paz y buenos deseos.

En esa experiencia hay dicha y plenitud. Soy actor en esta obra y a la vez soy co-creador de la obra. Mi conexión con la Fuente Suprema de pureza y verdad hace que mi presencia sea agente de cambio y transformación.

Desde el silencio conecto con mi poder interior, aprecio los regalos que me ofrece la obra de la vida y discierno con claridad y precisión cuál es la mejor contribución que puedo hacer.
 

lunes, 16 de marzo de 2015

Prepararse para el silencio

Prepararse para el silencio



Un verdadero regalo para una vida ocupada es experimentar un largo período de silencio, un tiempo en el que intencionalmente dirigir nuestra atención lejos de las prisas de las conversaciones y los compromisos, las imágenes y mensajes, y las listas y las obligaciones, y en el silencio conectar con nuestro espacio interior. 
  
En la experiencia de algunos, el silencio ha sido una imposición o castigo, por ejemplo, un padre advirtiendo a su hijo: "Cierra la boca y vete a tu habitación." El silencio en el que estamos entrando aquí es una elección libre. Este silencio es una oportunidad para descubrir cosas nuevas y diferentes. 
  
El silencio no es una falta de comunicación. Hay un lenguaje sutil que nos conecta con los demás a través de la mirada, con una sonrisa o un gesto. La fluidez en este idioma sutil llama a nuestra capacidad de observar los pequeños detalles de la vida. A medida que desarrollamos este lenguaje sutil, descubrimos que somos menos dependientes de los dispositivos tecnológicos que nos puede conectar, pero que también pueden hacer que nos sintamos más separados. 
  
En el silencio podemos conectar con la calidad más elevada de pensamiento. La acción surge de la semilla del pensamiento. Las acciones son el fruto de estas semillas. ¿Cuál es el suelo que elijo para plantar las semillas de mis pensamientos? ¿La violencia o la paz? ¿La ira o el amor? Estas son opciones de transformación. 
  
El estado de conciencia que alcanzamos en silencio está directamente conectado con la calidad de nuestra comprensión. Entendimiento "en el sonido" es un proceso cognitivo, mientras que la comprensión "en el silencio" es más sutil, dando lugar a una claridad que surge desde el interior. Ambas experiencias son muy diferentes. 
  
En el silencio,  podemos descubrir nuestras cualidades innatas, las cualidades que son inherentes a lo que somos. Entramos en contacto con nuestra eternidad y nos abrimos a confiar en nuestra esencia más profunda. 
  
En el silencio, conectamos con nuestra fuerza interior y experimentamos confianza, fe, seguridad, belleza y dignidad. Es a partir de la base de esta fortaleza interior que mis acciones pueden evolucionar. 
  
En el silencio podemos escuchar la llamada de Dios, la llamada de la naturaleza, la llamada de los que están necesitados. 
  
El silencio es una oportunidad para descansar en el regazo de mi propia grandeza. El silencio es una disciplina, no de hacer, sino de ser. 
  
Podemos utilizar alguno de estos pensamientos como base para incrementar de manera práctica nuestra experiencia del silencio.


Fotografía de Karlajivi en instagram